Cada vez es más evidente que la Primera Comunión ha dejado de ser una celebración espiritual y se ha convertido en una ocasión social más. Parte de esto, se debe a que los padres de familia están orientando la celebración de este Sacramento hacia una connotación diferente de la original.
Muchos chicos llegan a la Primera Comunión sin saber siquiera el sentido de ésta, ellos por sí solos no logran comprender qué representa este acontecimiento, pues aprenden lo que se les transmite. Mientras que en el colegio se les enseña el verdadero significado de la celebración, en casa los padres preparan una opulenta fiesta dejando a un lado el sentido religioso y espiritual, lo que ayuda a que los niños asocien la Primera Comunión con un cumpleaños o algo por el estilo.
La fiesta y los regalos
Es normal que el niño no vea la hora de hacer la Primera Comunión para recibir muchos regalos materiales, lo cual es natural, son aún niños, se están formando, están empezando a desarrollarse espiritualmente, su escala de valores está en construcción. Pero son los adultos los responsables de reorientar sus deseos y pensamientos, enfocándose en el sentido único de la celebración.
Como vemos, la fiesta, los regalos y viajes, no son en sí el problema. Aunque una fiesta de Primera Comunión, debe ser un encuentro familiar y sencillo, lo que se les debe dejar muy claro a los hijos, es que esta fiesta se hace de manera especial porque recibirá a Jesús en su alma y corazón, todo lo demás, se ubica en su segundo plano.
La Primera Comunión no deber ser la última
Como su nombre lo dice “Primera” Comunión quiere decir que la tarea continúa. De nada sirve que toda la familia gire alrededor de la celebración meses antes y después de la esperada fecha, todo siga como si nada hubiera pasado.
Ahora las condiciones son otras, tanto los padres como los hijos, deber adquirir compromisos, como acudir a la Misa dominical y participar en los diferentes ritos religiosos. En este punto, los padres tienen una gran responsabilidad, es su ejemplo el mejor educador de los hijos, ellos deben recibir la comunión y practicar el sacramento de la reconciliación.
Ideas para celebrar la Primera Comunión
Que mejor ocasión que la Primera Comunión para compartir con los que más nos necesitan. Es una excelente lección para los hijos que se festeje este día en un hogar de niños abandonados o enfermos, ancianos, o personas discapacitadas, quienes necesitan de nuestra alegría y sería muy provechoso regalarles una tarde de compañía.
Una experiencia como ésta nunca se les borrará de la mente a los chicos, es el mejor regalo que puede darles y vivirán en carne propia el verdadero objetivo de la Primera Comunión.
Los niños están rodeados de personas cercanas que les prestan su servicio (el portero, la persona que hace el aseo en casa o en la escuela, los profesores, etc.), sería muy bueno invitar a los hijos de estas personas a disfrutar una tarde de cine, o a comer un helado, o al parque de diversiones.
Ojalá que la reunión social sea familiar, sobria, alejada de opulencia innecesaria, al igual que los regalos. El alcohol no debe ser el protagonista, pues sería un mensaje completamente equivocado para el hijo que acaba de hacer la Primera Comunión. Eso sí, la celebración debe ser muy alegre y divertida.
Si de todas formas usted no quiere dejar de hacer una fiesta este día, es una buena idea que estimule a sus hijos para que donen un regalo, podría ser uno que les dieron, a alguien que lo necesita.
via LaFamilia.info
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