Para bien o para mal las dietas existen y algunas de ellas son muy efectivas para perder peso y mantener la línea, aunque también te conllevan a disímiles enfermedades, irregularidades en el organismo y un envejecimiento prematuro.
Es por eso que hay que prestar atención al tipo de dieta que haces porque tampoco el régimen asegura que bajes de peso.
Hay personas que mientras menos alimentos consumen más engordan y si por casualidad logran adelgazar, luego de un tiempo, recuperan su peso o lo incrementan con creces. Esta tendencia está estrechamente relacionada con el descontrol alimenticio.
Para llevar una dieta que no perjudique a tu organismo no es necesaria la privación de dulces, refrescos, panes, sino que tendrás que colocarlos en la hora del día que menos daño provoquen.
No es menos cierto que reducir las calorías que acompañan a estos alimentos es algo beneficioso, pero ellos, así como las frutas y verduras, tienen también que aparecer en tu menú si no quieres privarte de todas las vitaminas y proteínas que necesitas.
Consejos al hacer dietas:
- Come de todo sin exagerar ni sobrepasarte durante el día.
- Realiza las comidas acostumbradas: desayuno, almuerzo, meriendas; pero todas ellas durante el día.
- A las seis de la tarde realiza tu última comida (sin atiborrarte y excluyendo los azúcares y alimentos con harina)
- y antes de acostarte tómate un vaso de leche natura, sin azúcar y preferiblemente descremada.
- Esto bastará para, en pocas semanas, notar el cambio en tu cuerpo y evitar los problemas que acarrean las dietas estrictas.
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