La reducción del contacto físico y afectivo, debido a la costumbre, la rutina, el desinterés o la monotonía puede parecer algo sin importancia, pero es uno de los factores que más puede lastimar una la relación y que con más frecuencia conduce al fracaso o a la ruptura del vínculo.
Por otra parte, se ha comprobado que las mujeres casadas sometidas a un estrés extremo que toman la mano de su marido sienten un alivio inmediato al producirse un efecto tranquilizante a nivel neuronal.
El efecto relajante que sintieron las mujeres era muy superior cuando su mano era tomada por sus maridos comparado cuando el contacto era con una persona extraña, mientras que aquellas más unidas a su pareja fueron las que experimentaron un mayor bienestar.
Así que de ti depende relajarte con yoga, té de valenciana o un fuerte apretón de manos de tu chico que seguro te dejará más apapachada y tranquila durante todo el día.
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