En ocasiones decidir con quien pasamos estas fiestas o simplemente decidir a casa de quien vamos a cenar o comer, puede ser motivo de discusión para una pareja.
Teniendo en cuenta que son situaciones que se repiten todos los años se pueden establecer ciertas reglas o acuerdos y respetarlos de buen grado, pero siendo flexibles ante situaciones especiales que aconsejen modificar lo previsto.
Al haber varios días señalados en las fiestas navideñas, lo ideal sería llegar a un acuerdo según las preferencias de cada miembro de la pareja y pasar algunas celebraciones con la familia de cada uno y en caso de que las preferencias de la no pareja coincidan respecto a qué día pasar con su familia, lo mejor como norma es alternar los días cada año.
Otras veces las discusiones surgen porque no os sentís cómodos en casa de la familia de vuestra pareja, tal vez porque no os sintáis queridos, amados o respetados. Pero por encima de todo eso está vuestra pareja y hacer que disfrute de su familia es esencial.
Disfruta esta época con alegría y deja que tu pareja también lo haga, deja a un lado las incomodidades y rencillas que puedas tener con su familia y aprecia lo bueno que te pueden ofrecer, olvídate de ti y haz que tu pareja disfrute.
Hay diferentes modos de vivir la Navidad.
Aunque hay aspectos que son comunes a la mayoría de las familias, cada hogar tiene su forma particular de sentir y celebrar estas fiestas, incidiendo más según el caso en el aspecto religioso, familiar, lúdico, etc.
También hay diferencias en las costumbres navideñas, en Nochebuena muchas familias acuden a la Misa del Gallo, en otras se celebra la venida de Papa Nöel y se reparten esa noche los regalos. En algunos hogares se prefiere el Árbol de Navidad en otros el Belén.
Por todo lo anterior es fundamental aceptar y ser respetuoso con las costumbres de la familia de tu pareja sin ridiculizarlas ni menospreciarlas e intentar disfrutar también de otra manera de vivir la Navidad.
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